martes, 13 de septiembre de 2011

Sergi Puertas / Cuatro Poemas




Sergi Puertas / Cuatro Poemas
Poeta Espanol


Sergi Puertas (Barcelona, 1971)
es autor de las novelas Porque sí (2004),
Subnormal (2005), Mindundi (2005)
y Cómo destruir ángeles (2008),
y de los poemarios Ángeles cansados (1999),
Tira mis sueños a la calle y la lluvia los hará crecer (2000)
y Sigue buscando, hay miles de premios(2005) .



*** 


I
ESCRITOR

Estoy escribiendo.
No, haciendo el amor
en una playa paradisíaca no:
Solamente escribiendo.
Mi mano derecha
no sujeta el volante de un Ferrari
ni mi zurda se apoya sobre un muslo terso.
No, ambas las tengo sobre el teclado:
Ya digo, escribiendo.
Hay quienes dicen que se me da bien.
Tal vez mis dotes para escribir
envidian algunos incluso.
Seguramente son esos mismos
quienes hacen todas las demás cosas.
Mas qué remedio,
no se me dio la oportunidad de elegir.
Yo
sólo
escribo.


II
LA GRAN VENTAJA

La gran ventaja que tenemos
quienes sabemos ver
todos los aspectos de todas las cosas
es que sabemos
que el malo no es peor que el vecino
que el bueno está podrido por dentro
que la novela es mentira
que Disneylandia es un negocio
que Jesús hizo tongo.
No sabemos pues conformarnos con poco
nos partimos con vuestras motivaciones
y cuando se nos pregunta que si A o que si B
respondemos C para joder.
¡A él, un iconoclasta!, chillan en nuestra dirección.
Huimos mostrando el dedo medio.
Tomamos los bares por sorpresa
se nos ve divertidos
si es que todo les da risa, dicen
pero a la que te fijas un poco
te quedas con que nuestras risas chirrían
como motores mal engrasados
y el día nos pesa en la chepa
porque el gran inconveniente que tenemos
quienes sabemos ver
todos los aspectos de todas las cosas
es que sabemos ver
todos los aspectos de todas las cosas.


III
VÍA DE AGUA

Espantado de pronto por la posibilidad
de estar tirando mi vida por la borda
cesé a la bebida y a sus complementos.
Fue visto y no visto:
Como bien pude constatar durante mi sobriedad
nada había allí que corriera peligro de rodar
borda abajo: El bajel estaba vacío.
Fue triste y extraño, mas le supe poner remedio:
Ahora soy un petrolero de vino.
Si naufrago, sonrío.


IV
ASÍ FUNCIONA

Si supieras
lo que pasa por mi cabeza, me amarías.
Si lo dijera, huirías.
Como lo callo, me ignoras.
Pero la vida sigue. Encima.


***


No hay comentarios:

Publicar un comentario